Las herramientas tecnológicas que fui incorporando durante estos últimos 15 años son la computadora con los periféricos: impresora, scanner, dispositivos de almacenamiento de información, disquets, CDS, discos rígidos externos, memorias Sd y PenDrive Usb, reproductores de Cd de formatos Cda, Wma y Mp3 y además el celular. En mis labores empleo Software de aplicación tales como los procesadores de texto, planillas de cálculo, editores de bases de datos y editores gráficos. También utilizo editores Web y de lenguajes de programación (Pascal, Clipper, Vb, Asp, Html). Todos estos productos tecnológicos me brindaron los recursos necesarios para desarrollar mis dos actividades profesionales: profesor de Informática y desarrollador de Software.
Dichas actividades laborales me llevan a focalizar la reflexión sobre dos ejes. Por un lado, como docente soy testigo del avance progresivo de la incorporación de la tecnología en los alumnos que ingresan a primer año. Cabe mencionar que todos residen en una zona carenciada económicamente y que un grupo pertenece al Bachillerato para Adultos. Hace pocos años tenía que enseñar costosamente el uso del mouse y ni hablar de dar formato a textos en un editor. Hoy la gran mayoría no tiene computadoras en sus hogares pero todos fueron a un Ciber o usaron la PC por algún motivo y la mayoría tiene su cuenta de correo electrónico por razones laborales.
Cabe pensar que se ha producido aquello que, según cita Levis (2004), Minc y Nora pronosticaron acerca de que el proceso de informatización (Informática de masas) alcanzaría consecuencias que tendrían repercusión en todo los ámbitos de la actividad social, tal como fue en su momento la electricidad. Estimo que el fenómeno observado en la zona donde vivo (Gran Buenos Aires) deber ser parecido a lo ocurrido en las grandes ciudades de nuestro país. Para entender este fenómeno se debe observar que la inclusión de la tecnología involucra actores ligados al poder político y económico, quienes en estos últimos años han favorecido el arribo de las nuevas tecnologías (celulares, instalación de Cyber, banda ancha), y por distintos caminos incentivaron o propiciaron el consumo masivo de la nueva tecnología en grandes sectores de la sociedad, penetrando en los sectores populares empobrecidos en busca de rédito. Tal como refiere De Pablos, (2008) los países desarrollados han aplicado políticas para el avance de las infraestructuras que apoyan la implantación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Y en clave económica se han intensificado las estrategias dirigidas a los países emergentes para que dejen vía libre a la inversión de las grandes corporaciones de telecomunicaciones, producción de contenidos e informática, en busca de nuevos mercados para difundir a escala global su producción.
Por otro lado, con respecto a la práctica docente vi reflejada notoriamente en mis planificaciones el cambio según pasan los años, pues los saberes con los que llegan mis alumnos a la escuela son otros. En este punto de ninguna manera habría que pensar en el mito de la sustitución del profesor por la máquina, sino que la discusión teórica debería centrarse en torno al mejor aprovechamiento de los saberes adquiridos por los alumnos fuera del ámbito escolar para desarrollar a pleno sus capacidades. Desde esta óptica, se deberían planificar proyectos escolares tecnológicos significativos. Como afirma De Pablos (2008) No se trata únicamente de disponer o no de las tecnologías, es necesario que representen un factor de comprensión, mejora y proyección para sus usuarios. Para el desarrollo de este análisis sobre el papel de las tecnologías en el campo de la educación, resulta relevante profundizar en su impacto y posibilidades, diferenciando los desarrollos y propuestas en función de los diferentes niveles educativos y los objetivos a conseguir.
El otro eje de reflexión gira entorno a mi rol de desarrollador de Software. Hace unos años tuve como alumno a Jonathan un niño ciego, este hecho me hizo dar cuenta de la carencia de herramientas informáticas y, además, de conocimientos personales para enseñar a una persona no vidente. Investigué y descubrí que la falencia era mucho más amplia de lo que pensaba: casi no existían dichos medios. El azar y la necesidad me indujeron a desarrollar un software que se adecuara a estas personas y que permitiera al mismo tiempo la enseñanza de Informática. Estos últimos años este Software ha sido, publicado y promocionado en ferias de ciencias y tecnología; feria del libro municipal, como parte de un proyecto escolar, Feria Internacional del Libro y del lector; congresos a nivel nacional e internacional. Asimismo, es reconocido por especialistas en el tema y requerido por diversas instituciones, tales como Ministerios de Educación, Escuelas de Educación Especial, Instituciones Internacionales que trabajan con personas con discapacidad visual. Pero ... siempre hay un pero, solo una Fundación casualmente de las telecomunicaciones, me dio hasta el momento un modesto apoyo para sustentar económicamente el proyecto. Como Castells (1997) afirma la invención e iniciativas personales forman parte de un complejo entramado de factores que intervienen en el proceso del descubrimiento científico, la innovación tecnológica y las aplicaciones sociales. No obstante, para que se produzca un cambio tecnológico -que contemple las necesidades de las personas-, no es la sociedad la que va a orientar el curso del cambio, sino el interés de invertir en la especificidad de la problemática, que al ubicarse en un contexto irrelevante por ser un sector minoritario y postergado de la sociedad, aparentemente a ningún ente político o empresarial le es significativamente redituable.
Una vez más los dos factores ya enunciados político y comercial determinan el desarrollo de una herramienta tecnológica.
Bibliografía consultada.
Castells, Manuel; La era de la información (1997); Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura
De Pablo Pons, Juan; (2008) Algunas reflexiones sobre las tecnologías digitales y su impacto social y educativo [01-03-2008] en Quaderns Digitals
Levis, Diego; Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (2004): "Modelo para armar” en Signo y Pensamiento nº 44, Bogotá
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